La geopolítica del grano: el papel de Ucrania en la seguridad alimentaria mundial y el precio de la guerra

9 de julio de 2025
Ucrania se resiste a la militarización de los alimentos por parte de Rusia y protege a los países de Asia, África y América Latina de la inseguridad alimentaria.
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La tierra negra fértil de Ucrania y su agricultura mecanizada a gran escala la han convertido en una piedra angular de la seguridad alimentaria mundial.

Antes de la invasión a gran escala de Rusia en 2022, Ucrania exportaba alimentos a más de 125 países, suministrando el 9 % de las exportaciones mundiales de trigo, el 12 % de las exportaciones de maíz y el 46 % del aceite de girasol.

Por ejemplo, en 2020/21 Ucrania produjo 5,9 millones de toneladas de aceite de girasol (alrededor del 31 % de la producción mundial) y exportó aproximadamente el 90 % de esta a sus socios tales como India, China, Egipto y Turquía.

Es importante destacar que muchas de estas exportaciones se destinaron a países con inseguridad alimentaria en el Oriente Medio y el norte de África (MENA) y a África subsahariana, regiones muy dependientes de las importaciones debido a la escasez de agua, los conflictos o el subdesarrollo de los sectores agrícolas.

Por ejemplo, en 2021 aproximadamente la mitad de las exportaciones de trigo de Ucrania se destinaron a la región MENA, y casi un tercio al sur y sudeste asiático.

Sin embargo, las perturbaciones causadas por la guerra obligaron a un cambio: en 2023, Europa era el destino de más de la mitad del trigo de Ucrania (frente al 2 % antes de la guerra).

Las cifras durante la guerra son más bajas, porque las rutas de exportación tradicionales de Ucrania, como puertos del mar Negro como Odesa, Chornomorsk y Pivdennyi, estuvieron bloqueadas en gran medida por la invasión rusa hasta julio de 2022.

Las rutas terrestres (ferrocarril/camión) y fluviales se ampliaron rápidamente bajo la coordinación de la UE. En mayo de 2022, la UE puso en marcha las «vías de solidaridad», una red de corredores alternativos por ferrocarril, carretera y vías navegables del Danubio que conectan Ucrania con los puertos de la UE.

Estas vías transportaron gran parte de las exportaciones de Ucrania cuando el mar Negro estaba cerrado, debido al constante bombardeo ruso de las infraestructuras del mar Negro.

Por ejemplo, en marzo de 2025, aproximadamente el 45 % de las exportaciones agrícolas de Ucrania circulaban por las vías de solidaridad y Ucrania seguía siendo el principal exportador mundial de aceite de girasol hasta 2025.

La invasión de Rusia y su bloqueo de los puertos ucranianos del mar Negro en 2022 convirtieron los suministros alimentarios en un arma, provocando una de las subidas más pronunciadas de los precios mundiales de las materias primas en décadas.

A los pocos días del inicio de la guerra (febrero de 2022), los precios mundiales de futuros del trigo se dispararon alrededor del 60 % y los del maíz alrededor del 15 %.

Por ejemplo, antes de la invasión, más del 50 % de las importaciones de trigo a quince países africanos procedían de Ucrania (superando el 70 % en Egipto, Eritrea, Sudán, Tanzania, Benín y Yibuti).

Aunque los precios mundiales se han estabilizado en cierta medida desde entonces, la volatilidad persiste debido a la guerra de Rusia, el acceso fluctuante a los corredores de exportación y los ataques a las infraestructuras críticas.

Entre las principales perturbaciones se incluyen:

-Bloqueo de los puertos de Odesa y Mykolaiv.

-Ataques a las instalaciones portuarias. A mediados de 2025, la infraestructura de exportación de Ucrania es más sólida, pero sigue siendo imperfecta. Los envíos marítimos se han reanudado a niveles casi normales a través del nuevo corredor, pero continúan los ataques a las instalaciones portuarias. Rusia ha atacado puertos y, según se afirma, ha causado daños a alrededor de 200 instalaciones de almacenamiento de granos desde mediados de 2023.

-Finalización de la Iniciativa del Grano del Mar Negro: Negociada por la ONU y Turquía, la iniciativa permitió la exportación de casi 33 millones de toneladas de grano desde Ucrania entre julio de 2022 y julio de 2023.

Rusia se retiró de la Iniciativa del Grano del Mar Negro el 17 de julio de 2023. El Kremlin citó como motivo oficial el incumplimiento de sus exigencias de levantar las sanciones a las exportaciones agrícolas rusas y conceder acceso al SWIFT al Rosselkhozbank.

En realidad, la retirada del acuerdo fue un acto de chantaje: Moscú trató de utilizar la dependencia mundial del grano ucraniano como herramienta para ejercer presión política sobre Occidente y los países de Asia, África y América Latina.

Tras su retirada, Rusia comenzó a bombardear sistemáticamente los puertos y las infraestructuras cerealistas ucranianas, lo que aumentó el riesgo de una crisis alimentaria mundial. Por otra parte, Ucrania aseguró su ruta del Mar Negro por medios militares, y no mediante acuerdos internacionales, ya que Rusia no los respeta, y es el ejército ucraniano el que hoy garantiza que los alimentos ucranianos lleguen a sus destinatarios.

La recuperación parcial de la agricultura ucraniana contribuye a la estabilización de los mercados alimentarios mundiales, pero siguen existiendo limitaciones. Una menor producción y obstáculos logísticos hacen que los volúmenes de exportación probablemente se mantengan por debajo de los máximos de la preguerra.

Los datos de la FAO y el Banco Mundial muestran que las regiones pobres siguen enfrentándose a precios elevados de los cereales y a un aumento del hambre. Por ejemplo, solo en África Oriental se registraron necesidades humanitarias récord en 2023, en parte debido a las crisis alimentarias anteriores.

Por lo tanto, es fundamental que Ucrania continúe exportando cereales, aceite y fertilizantes, ya que esto evita una grave escasez de suministro a nivel mundial, pero las limitaciones de capacidad (campos minados, escasez de mano de obra y ataques enemigos) frenan el crecimiento.

Además, Rusia está tratando de legalizar el grano robado de Ucrania transbordándolo a buques que navegan bajo las banderas de países terceros (por ejemplo, Siria, Líbano) y cambiando los certificados de origen para presentar el grano como ruso.

En julio de 2024, Ucrania detuvo el buque USKO MFU (pabellón de Camerún) en el Danubio, sospechoso de transportar el grano robado de la Crimea ocupada. Según Radio Free Europe/Radio Liberty, en 2023, empresas rusas vendieron más de 35 000 toneladas de cereales (trigo, cebada, maíz, guisantes) procedentes de la región de Jersón y Crimea.

Rusia roba sistemáticamente cereales y otros recursos ucranianos de los territorios ocupados y los exporta utilizando barcos y documentos falsos, a menudo a Siria, Líbano e Irán.

En resumen, Ucrania no es solo una potencia agrícola regional, sino que es un pilar fundamental de la seguridad alimentaria de docenas de países de ingresos bajos y medios.

La agresión de Rusia ha convertido esta dependencia en un arma, utilizando el hambre como punto de presión. Una solución sostenible exige tanto ayuda humanitaria inmediata para las regiones afectadas como inversiones a largo plazo en sistemas alimentarios diversificados y resilientes.

Pero a corto plazo, garantizar la participación continua de Ucrania en los mercados alimentarios mundiales, mediante rutas de exportación seguras y la recuperación de la agricultura, es esencial para evitar la hambruna, la inestabilidad política y nuevas crisis humanitarias en el Sur Global.

Mientras Rusia libra la guerra, hay mucho en juego, no solo para la soberanía de Ucrania, sino también para la salud, la nutrición y la estabilidad de las poblaciones vulnerables desde El Cairo hasta Mogadiscio. La mejor manera de garantizar el sistema alimentario mundial es ayudar a Ucrania a ganar la guerra ahora.

Este artículo se ha elaborado en colaboración con el Instituto Ucraniano, la principal institución cultural y de diplomacia pública de Ucrania, y la ONG Cultural Diplomacy Foundation.

Daria Synhaievska | Traducido por Sasha Frolova
Analista y periodista en UkraineWorld | Redactora en UkraineWorld Español